Uno de los episodios más destacados de la Edad Moderna en Europa fue el enfrentamiento entre Inglaterra y la Monarquía Hispánica.
Su naturaleza no fue solo de orden dinástico o territorial, como muchos otros conflictos de la época, sino también cultural y religioso, de concepción de una idea de Estado y de ciudadano, así como de la propia gestión del poder y de la opinión pública en la modernidad. En este contexto, Castilla fue un lugar privilegiado para acoger a los católicos ingleses, irlandeses y escoceses que huían de la represión anglicana y que, desde el exilio, con ayuda española, pusieron en pie una compleja labor de resistencia y de rearme ideológico para sostener la causa de la vieja religión en las islas británicas. Aunque las líneas de fuerza de este conflicto se manifiestan durante los trescientos años en que estuvo vigente la persecución católica en las islas –desde los días de Enrique VIII hasta la emancipación de 1829–, esta investigación se centrará en la descripción y estudio de los proyectos institucionales y editoriales más relevantes de los recusantes británicos exiliados en Castilla durante los reinados de Isabel I (1558-1603) y Jacobo I (1603-1625), tales como las publicaciones vinculadas a los colegios para los exiliados que fueron fundados en los territorios hispánicos con el patrocinio de los Austrias, las obras de los jesuitas en defensa de los intereses de la Misión de Inglaterra o de Irlanda, o los vínculos establecidos por estos exiliados con ciertos nobles, religiosos y escritores españoles dentro del gran debate político y religioso de esos años.